Eoceno

 

Eoceno, segunda división del cenozoico, era de la escala de tiempos geológicos, que comenzó hace unos 54 millones de años y finalizó hace unos 40 millones de años. Al igual que el paleoceno, que le precedió, y el oligoceno, que le siguió, el eoceno (en griego eos 'alba' y kainos 'vida') fue definido en el siglo XIX por el geólogo británico Charles Lyell sobre la base del porcentaje de especies modernas de moluscos y crustáceos presentes en los estratos rocosos del cenozoico.

En el hemisferio occidental, el eoceno marcó la última fase de la orogénesis de las cordilleras, el episodio de alzamiento de las grandes cadenas montañosas que se extienden hacia el norte y el sur en el oeste de las Américas. En el noroeste, los sedimentos arcillosos depositados en los vastos lagos del eoceno se compactaron para formar valiosos depósitos de esquistos petroleros. Al mismo tiempo, el supercontinente de Laurasia siguió desgajándose (véase Tectónica de placas), la expansión de los suelos marinos comenzó en serio en la sección más septentrional de la dorsal medioatlántica, impulsando a Groenlandia hacia el oeste, alejándola del norte de Europa, y desencadenando la erupción de grandes flujos basálticos, cuyos restos pueden apreciarse en Irlanda, Escocia, Islandia y Groenlandia.

 

 

Las fuerzas generadas por las colisiones continentales que habían comenzado al comienzo de la era precedente, el mesozoico, condujeron al alzamiento del sistema montañoso alpino-himalayo. Mientras tanto, sobre las llanuras del noreste de la India corrieron ingentes cantidades de basalto fundido al unirse este subcontinente recién formado, desgajado de África durante el cretácico, a Asia. En el hemisferio sur, la Antártida y Australia, que habían estado unidas después de separarse de Gondwana en el mesozoico, se separaron a su vez y se alejaron la una de la otra.

 

El clima del eoceno era subtropical y húmedo en todo América del Norte. En latitudes altas de Groenlandia y Siberia, en los bosques templados húmedos, dominaban las secoyas gigantes y los árboles de hoja caduca como el haya, el castaño y el olmo. En el clima cálido de Alaska, durante el eoceno, florecieron las higueras, las magnolias y las cicadáceas.

 

La rápida evolución de nuevos órdenes de mamíferos, iniciada en el paleoceno, siguió adelante. En Europa y Norteamérica aparecieron al mismo tiempo formas ancestrales del caballo, el rinoceronte, el camello y otros grupos modernos, como los murciélagos, los primates y roedores similares a las ardillas. Muchos de ellos eran muy pequeños en comparación con las formas actuales. El caballo más primitivo medía unos 30 cm de altura y tenía tres dedos en las patas traseras y cuatro en las delanteras. Los carnívoros de aquel entonces, llamados creodontes, fueron el tronco del que evolucionarían los perros y gatos modernos. El final de esta época fue testigo de la primera adaptación de los mamíferos a la vida marina. En el norte de México, Egipto y Europa se han encontrado restos fósiles de un animal similar a la ballena pertenecientes al eoceno. El más grande de estos animales medía más de 15 m, pero aún así era presa de los tiburones de entonces, algunas de cuyas especies tenían mandíbulas de hasta 1,8 m de ancho.

Fauna:

La fauna de entonces era mui primitiva, surgieron multiples especies. Durante esta época se formaron algunas de las cordilleras más importantes del mundo, como los Alpes o el Himalaya, y acontecieron varios cambios climáticos importantes como el máximo térmico del Paleoceno-Eoceno, que aumentó la temperatura del planeta y delimita el inicio de esta época geológica, el evento Azolla, un enfriamiento global que daría paso a las primeras glaciaciones, o eventos de extinción masiva como la Grande Coupure, que marca el fin del Eoceno. Como en muchos otros períodos geológicos, los estratos que delimitan este período están bien identificados, aunque no han podido ser datados con total precisión.


 Flora:

A principios del Eoceno, las altas temperaturas calentaron los océanos y crearon un ambiente húmedo y caluroso, donde se podían encontrar bosques que se extendían de polo a polo, excepto las regiones desérticas secas porque la tierra estaba cubierta de bosques.Las junglas llegaban hasta latitudes como el noroeste de los Estados Unidos y Europa. A principios de esta época, llegaron a crecer palmas en Alaska y en el norte de Europa, aunque a medida que la época avanzaba, y el planeta se iba enfriando, las palmas comenzaron a ser menos abundantes. Las Metasequoia se encontraban ampliamente extendidas.